La toma de decisiones basadas en los datos se define como el uso de hechos, métricas y datos para guiar decisiones de negocios estratégicas que se alineen con las metas, los objetivos y las iniciativas de una organización. Cuando una organización aprovecha al máximo el valor de sus datos, todas las personas que trabajan allí, desde el analista de negocios hasta el administrador de ventas y el especialista en recursos humanos, tienen la capacidad para tomar mejores decisiones, todos los días. Sin embargo, esto no se logra simplemente eligiendo la tecnología de análisis adecuada que permita identificar la próxima oportunidad estratégica.
Su organización debe establecer la toma de decisiones basadas en los datos como la norma. En otras palabras, debe crear una cultura que promueva el pensamiento crítico y la curiosidad. Las personas de todos los niveles entablan conversaciones a partir de los datos y desarrollan sus conocimientos sobre los datos mediante la práctica y la aplicación. Para esto, fundamentalmente se requiere un modelo de autoservicio que brinde a las personas el acceso a los datos que necesitan, además de seguridad y gobernanza. También se requieren competencias a través de oportunidades de capacitación y desarrollo que permitan a los empleados adquirir conocimientos sobre los datos. Finalmente, contar con el apoyo de los ejecutivos y con una comunidad que respalde la toma de decisiones basadas en los datos motivará a otras personas a seguir el mismo camino.
Establecer estas funcionalidades centrales ayudará a promover la toma de decisiones basadas en los datos en todos los niveles de trabajo. Así, los grupos de negocios harán preguntas e investigarán con regularidad a fin de descubrir información útil que facilite la acción.